miércoles, 9 de noviembre de 2016

Caso práctico 1 Educación Primaria


 Se incorpora a sexto de primaria un alumno llamado Adrián debido al cambio laboral de los padres; y esto trae consecuencias en la adapatación del alumno nuevo.
 Ocurren una serie de hechos, que bajo mi opinión, la tutora no da la importancia que realmente tiene. Adrián juega con Felix con un helicóptero y el helicóptero acaba
roto por estrellarse. Este hecho aparentemente puede ser cosas de niños, y cosas que pasan al jugar; pero una cosa es un juego de niños, y otra la intencionalidad agresiva 
visible que hay, bajo mi opinión, cuando el alumno Félix le dice a Adrián que él era la víctima y ya no podía ir al colegio porque había muerto al estrellarse.
Después de esto ocurren una serie de acontecimientos: Un balonazo en la cara que aparentemente puede parecer fortuito, pero creo que valorando el caso en global a mi entender no es casual.
Burlas y risas imitando el balonazo en la cara, frases como “ponte ahí que tu puesto es el de medio estorbo” o  “habrá que sustituirte
 por inútil¨

A continuación contestaré a todas estas preguntas:
¿Estos hechos pueden considerarse como acoso?
¿Qué documentos o planes del centro deben contemplar y tener previstas este tipo de conductas?
¿Qué te parecen las reacciones del jefe de estudios y de la tutora?
¿Qué medidas educativas y/o disciplinarias podrían activarse ante estos hechos?
¿Qué opinas sobre los comportamientos de los alumnos?

Creo que estamos ante un caso de acoso por los siguientes motivos: Se da dentro del contexto escolar, sucede entre alumnos, hay intencionalidad y se suma a todo ello que
hay un desequilibrio de fuerzas al sumarse más compañeros al ataque, y otros alumnos que comentan su apoyo al alumno acosado, pero lo hacen en voz baja.

Los documentos que el centro debe contemplar en este tipo de conductas tiene que estar reflejado en el PLAN DE CONVIVENCIA y materializarse a su vez en el Reglamente 
de Régimen Interno; y también a través del Plan de Acción Tutorial.

Nos encontramos ante una tutora que no da importancia ni escucha realmente a los padres que van pidiendo su ayuda y ante un jefe de estudios que actúa en la misma línea. 
Primero intenta eximir al centro de toda responsabilidad poniendo el acento en que son los padres quienes tienen que enseñar a sus hijos a relacionarse dentro y fuera
del colegio y no asumiendo que dentro del centro escolar los niños también se relacionan, y yo planteo, que alguna responsabilidad tendrá la comunidad educativa.
Se demuestra no tener ningún interés en resolver el conflicto de raíz y no buscar soluciones a un problema grave que está ocurriendo al remitirse a la tutora con la
siguiente frase: ¨que haga algo para que los padres dejen de protestar¨. La acción de la tutora sacando a la palestra que hay unos padres que se han quejado y dando el
nombre del alumno en cuestión y obligando al resto de compañeros a que Adrián siempre tiene que jugar cuando haya partido, no me parece lo más acertado. Creo que con su
acción lo que hace, es agravar negativamente más la situación del alumno acosado. Aunque la percepción de la tutora pueda ser inversa, pensando que ha hecho bien su labor
y todo lo que podía hacer.

Las medidas educativas más efectivas ante estos hechos creo que es hacer una buena acción tutorial. El tutor debe favorecer que sus alumnos se expresen con total libertad,
contando sus sentimientos, narrando lo acontecido desde su punto de vista... ya que a través de sus relatos el tutor podrá sacar indicios de las perturbaciones de los 
alumnos que acosan. Estos alumnos tampoco sabrán realmente por qué actúan así.
Las peleas y conflictos ocasionales puede ser algo normal, pero las provocaciones, burlas, imitaciones y agresiones, como en el caso propuesto, me parece ya un problema
más grave.
El alumno agresivo no suele despertar en el profesor, por regla general, la paciencia y estrategias de actuación que necesitan este tipo de alumnado.
Lo más fácil es castigar a los alumnos agresivos o en este caso, obligar a los alumnos a que el alumno Adrián tiene que jugar obligatoriamente, sin afrontar el problema
de raíz. La difícil tarea del tutor es la de todos sus alumnos se sientan seguros, adaptados y apreciados; y sobre todo transmitir mucha afectividad y trabajar el
autoconcepto. Ya que creo que la base de que los alumnos agresivos actúen así, es por carencias afectivas y falta de autoestima entre otros; que nunca se puede generalizar.

El comportamiento de los otros alumnos que podemos denominar de ¨observadores¨que siempre se dan ante una situación de acoso escolar es que también hay que trabajar con
este tipo de alumnado la asertividad y la implicación de todos; porque el acoso escolar es cuestión de todos.

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